La Primera Comunión

Cada primavera, niños y niñas de entre 8 y 10 años reciben su Primera Comunión entrando así a formar parte de la comunidad cristiana adulta. Hacer la comunión es algo muy significativo para ellos y que esperan con mucho entusiasmo e ilusión ya que, tras dos años de preparación, van a compartir con sus amigos y familiares un día muy especial. Por eso, cuando llega ese día queremos darles lo mejor y lo preparamos todo pensando en su felicidad y diversión.

Pero organizar una comunión lleva su tiempo y es conveniente una planificación y organización anticipada. El mes de mayo es el elegido por la Iglesia para celebrar las comuniones y normalmente todas ellas se celebran en sábado y domingo. Por eso, preparar todos los detalles con antelación es importante para que no se nos acumule el trabajo al final y tengamos más posibilidades de elección.

El punto de partida, una vez que tenemos la Iglesia, es la selección del lugar del banquete. Seguramente a este aspecto es al que más importancia damos y el que más tardamos en decidir, puesto que es donde pasaremos la mayor parte del día.

A la hora de elegirlo, debemos prestar especial atención a:

• La ubicación: debemos optar por un lugar que se encuentre fácilmente accesible a pie o en coche, sin que tengamos que desplazarnos mucho. Si elegimos un sitio más alejado tendríamos que plantearnos el alquiler de autobuses y asumir su coste.

• Las instalaciones: que sea un lugar bonito, con posibilidad de decorarlo como más nos guste, acogedor, amplio y práctico. Que sea accesible para todo el mundo, cómodo y que la temperatura del salón sea idónea.

• El menú: nos gusta que sea amplio y variado, con diferentes opciones y, sobre todo, con productos de calidad. También miramos que haya menú especial para niños, marcas de botellas de vino y champán, postres, etc.

• El precio: nos fijamos en que la relación calidad-precio sea aceptable y que el presupuesto se adapte a nosotros.

• Otros servicios: las actuaciones que amenizarán la comida y las horas de después, la música, y por supuesto las animaciones para niños, así como castillos hinchables, elementos de diversión y personal que les atienda mientras juegan.

Para evaluar mejor todos estos elementos, es importante considerar el número de invitados que asistirán al banquete, así como la hora en que tendrá lugar la celebración. Normalmente las comuniones son al medio día, pero hay muchas parroquias que ofician las misas por la tarde y las familias optan por celebrar una cena. Es cuestión de gustos.

Además de todo lo anterior, también es importante apreciar las sensaciones que nos transmite el sitio y el personal que nos atiende. Por eso es conveniente visitar el establecimiento antes de tomar una decisión.

En Artemio cuidamos todos los detalles para que su gran día sea inolvidable. Contacta con nosotros o visítanos personalmente y cuéntanos cómo quieres celebrar el banquete de comunión en Sevilla capital.