Las bodas civiles superan a las religiosas

Los tiempos cambian y no es lo único. También cambia nuestra forma de decir “si quiero’’ y el lugar en el que nos casamos. En este artículo queremos acercaros datos reales de cómo evolucionan las bodas religiosas y las bodas civiles en nuestro país y cuál es nuestra opinión acerca de ellas.

Las bodas civiles han sumado muchos puntos entre las nuevas parejas. Tanto es así, que celebrar una boda civil es ya más común que celebrar una boda religiosa, sobre todo en ciudades del norte de España, donde 6 de cada 10 bodas son civiles. Solo Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha tienen más bodas religiosas que civiles, aunque el ritmo en el incremento de las bodas civiles es mayor que en el de las bodas religiosas.

Hay que mencionar que la nupcialidad en España ha descendido en términos generales, sobre todo desde 2004, bien por el envejecimiento de la población o porque las parejas en edad de contraer matrimonio no atraviesan por una etapa de bonanza económica.

Dentro del descenso general de enlaces, han disminuido mucho las bodas religiosas frente a las civiles. Las bodas religiosas se han reducido en torno a 2/3 en los últimos 10 años, contribuyendo más a este descenso las ciudades del norte de la península. En cambio, las bodas civiles han aumentado entre un 25 y 35%.

Hay que situarse en el año 2009 para decir que, por primera vez en la historia de España, los matrimonios civiles superaron a los canónigos en más de 14.000 enlaces. A partir de ahí se han mantenido siempre más altos, si hablamos del conjunto de la población española.

Algunos estudios sociológicos creen que el motivo de tal tendencia se debe al descenso de creyentes, al aumento de los enlaces entre personas divorciadas, a la idea de celebrar la boda de forma más sencilla o simplemente a cambios en la forma de vida.

Gran parte de la población joven tiene escasa o nula relación con la iglesia, por lo que hay una latente tendencia a casarse por lo civil. Muchas parejas admiten que casarse por la Iglesia es más una cuestión de cercanía familiar o tradición, ya que son creyentes pero no son practicantes.

Otro factor que explica el descenso de las bodas canónigas es el cambio de vida y de estructura familiar. La integración en el mercado laboral es ahora mucho más importante que antes y, siendo así, las parejas retrasan la edad de contraer matrimonio. La media de edad para casarse se ha incrementado, situándose actualmente es 32 años para ellas y 34 para ellos.

Muchas de estas parejas optan por el enlace civil. Esto es así porque gran parte de la población considera que el matrimonio civil es más fácil de disolver, mientras que nuestra idea de matrimonio religioso es que debe ser para toda la vida.

El aumento de los matrimonios civiles también se explica por el hecho de que hay parejas que se casan por segunda vez, personas divorciadas que si ya se casaron una vez por la iglesia no pueden hacerlo de nuevo. También por el número de enlaces contraídos entre personas del mismo sexo, ya que entre 2005 y 2011 se celebraron 21.784 bodas homosexuales.

Las bodas civiles ya no son lo que eran años atrás. Han pasado de ser un mero trámite a una celebración con personalidad propia y que acoge diversidad de estilos. Para los nuevos contrayentes, celebrar una boda civil supone preparar un evento con identidad y singularidad, de forma que si en las bodas religiosas seguimos pautas más tradicionales, en las civiles las personalizamos y adaptamos más a nosotros.