Como ya sabemos, la celebración del bautizo es símbolo de purificación, de nacimiento a una nueva vida y de aceptación y entrada en la comunidad cristiana.
Todo recién nacido, para poder ser bautizado necesita ir acompañado de su padrino y su madrina. La figura del padrino o la madrina representa la de los padres espirituales y, por tanto, adquieren un compromiso muy fuerte con los padres del bebé y con el propio bebé.
La responsabilidad de los padrinos con su ahijado comienza desde el primer momento en que son nombrados como tal. Dentro de sus responsabilidades está procurar que el niño o la niña reciba educación y cuidados, que lleve una vida cristiana congruente y, en el caso de que los padres falten, se harán completamente responsables de él o ella.
Ser padrino o madrino no es un tarea dificl, lo que más importa es que haya mutua confianza entre los padrinos y la familia del bebé. Los padrinos serán los segundos padres del recién nacido y dada la importancia de su papel, debemos ser muy conscientes de a quien elegiremos para que sean los padrinos de nuestro hij@.
- Deben ser personas muy cercanas y conocidas, preferiblemente familiares con los que mantendremos el contacto siempre. Si elegimos como padrinos a amigos, corremos el riesgo de perderles la pista o no estar tan cerca de ellos, ni ellos tan cerca de nuestro hij@.
- Deben ser personas responsables y comprometidas con el papel que van a jugar en la vida de nuestro bebé. Deben saber que es un compromiso que durará siempre, sin poder romper ese lazo de unión.
- Además, deben ser mayores de 16 años para poder ser padrinos, haber recibido la primera comunión y estar confirmados.
Durante la celebración del bautizo…
Los padrinos presentarán, junto a los padres, al bebé que va a ser bautizado. En la iglesia la madrina sujetará al bebé en brazos y el padrino portará la vela encendida. El cura que oficie la ceremonia les hará preguntas y guiará la respuesta para que contesten correctamente, no es complicado.
¿Qué regalan los padrinos a su ahijado?
Según manda la tradición cristiana, los padrinos regalarán al recién nacido el paquete de la biblia, la vela que se enciende durante la celebración del bautizo y que representa la luz de Cristo, y la concha de bautismo.
Por lo general, también regalan una esclava o medallita que llevan durante su bautismo y que el cura bendice, y la engalanada ropita que lleva el bebé ese día, que suele ser blanca en símbolo de su inocencia y su pureza.
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